Muchos hemos experimentado “bajones anímicos” luego de abandonar una rutina de ejercicios que ha sido llevada por bastante tiempo.
Para los que hemos sentido que dejar a un lado la actividad física habitual ocasiona en nosotros una extraña crisis de abstinencia, sin duda será un alivio saber que los expertos ya conocen la causa.
Journal of Affective Disorders, y corresponden a un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Adelaida, en Australia. Los hallazgos indican que, si bien el ejercicio físico aporta increíbles beneficios a la salud física y mental, dejarlo de forma repentina podría aumentar el riesgo de desarrollar depresión.
Esta conclusión se extrajo luego de revisar estudios anteriores que investigaron el cese del ejercicio en 152 adultos, quienes habían realizado un mínimo de 30 minutos de ejercicio tres veces a la semana durante tres meses.
Los investigadores encontraron que, en algunos casos, el cese del ejercicio había aumentado significativamente los síntomas de depresión luego de tan solo tres días. Hablamos de un impacto asombroso en la salud mental ocasionada únicamente por el abandono de una rutina de actividad física constante.
El rango de tiempo de activación de los síntomas no fue igual para todos. Algunas personas comenzaron a mostrar signos de depresión semanas después, no obstante, el patrón de incremento en el riesgo se mantuvo, lo que habla francamente bien a favor de la necesidad de realizar ejercicio físico no sólo por el cuidado corporal.
Todo podría deberse a los marcadores biológicos
Bernhard Baune, jefe de psiquiatría de la Universidad de Adelaida y autor principal del artículo, explica que los síntomas depresivos que surgen de la interrupción del ejercicio se producen en ausencia de los marcadores biológicos típicos comúnmente relacionados con los síntomas depresivos.
“Esto sugiere algún tipo de efecto novedoso en estos casos, aunque deberíamos tener algo de cautela aquí, ya que el número de personas incluidas en los estudios que examinamos fue pequeño. Tales hallazgos tendrían que ser replicados en ensayos adicionales”, dice Baune, que también hace énfasis en la necesidad de realizar más estudios dada la ausencia de investigaciones complementarias en esta área específica.
Baune sostiene que, de momento, lo importante es que las personas entiendan el impacto potencial en su bienestar mental cuando dejan repentinamente una rutina de ejercicio regular.
Se recomiendan al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada por semana para mantener la salud y prevenir la depresión.