Aaron Temkin Beck (1921-2021), padre de la terapia cognitiva y una de las figuras más importantes de la historia de la psicoterapia y la psicología clínica, falleció recientemente, el 1 de noviembre de 2021. En honor a él, os traemos una breve biografía del autor, con los hitos más importantes de su historia de vida y su contribución más relevante a la psicología, eso es, su terapia cognitiva.
La Asociación Americana de Psicología clasificó a Beck como uno de los psicoterapeutas más influyentes de todos los tiempos. Además, ha sido el único psiquiatra que ha publicado artículos en la Asociación Americana de Psiquiatría y en la Asociación Americana de Psicología.
En 1994 fundó el Instituto de Beck para la Terapia e Investigación Cognitiva, mientras ejercía de profesor de Psiquiatría en la Universidad de Pennsylvania.
Durante su trayectoría, recibió premios y honores tanto de asociaciones médicas como psiquiátricas y psicológicas. Uno de ellos fue el Premio de Investigación Clínica Lasker, en el año 2006.
¿Quién fue Aaron Beck?
Aaron Temkin Beck fue un psiquiatra y psicólogo estadounidense, además de profesor y catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Pennsylvania. Se hizo mundialmente conocido por desarrollar la terapia cognitiva, una terapia inicialmente diseñada para el tratamiento de la depresión, que se acabó aplicando también a muchos otros problemas psicológicos.
La terapia cognitiva ha demostrado una gran eficacia terapéutica y cuenta con un buen respaldo científico como terapia validada. Beck contribuyó enormemente a su reconocimiento como terapia validada, gracias a sus investigaciones científicas y a sus hallazgos.
Así, se le considera el padre de la terapia cognitiva, además de uno de los máximos exponentes de la psicología del siglo XX. Fue presidente del Beck Institute for Cognitive Therapy and Research.
Origen, infancia y familia
Aaron Temkin Beck nació el 18 de julio de 1921 en Providence, Rhode Island, y fue el menor de cinco hermanos. Sus padres eran inmigrantes judíos rusos en los EEUU.
Dos de sus hermanos habían fallecido antes de su nacimiento (un hermano mayor en la infancia, y otra hermana mayor, que falleció de gripe). A raíz de ello, la madre de Beck padeció depresión durante varios años, y educó a Beck a través de la sobreprotección.
Al cumplir siete años, Aaron Beck se rompió un brazo en el patio de la escuela; un hueso roto se le infectó y acabó en una septicemia generalizada, que lo obligó a ingresar en el hospital mucho tiempo, perdiendo el ascenso al segundo grado de la escuela. Beck recordó más tarde que en aquella época se sintió “estúpido”, afirmando “fui retenido en primer grado y siempre sentí que era porque era tonto”.
Estudios
Finalmente, le avanzaron de curso, gracias a la ayuda de sus hermanos y a su autodeterminación, y para él fue un punto de inflexión psicológico. Acabó graduándose con las mejores notas en Hope High School, e ingresó en la Universidad de Brown (EE.UU.) en el otoño de 1938 para estudiar medicina.
Se graduó cum laude en 1942 y cuatro años más tarde, en 1946, lo haría también en la Escuela de Medicina de Yale. Beck se interesó por la neurología y decidió especializarse en ella.
Mientras finalizaba una rotación de psiquiatría, durante su residencia en el Hospital de Administración de Veteranos de Cushing en Framingham, Massachusetts, se interesó en el tratamiento de las enfermedades mentales. Y fue entonces cuando decidió convertirse en psicoterapeuta.
Fobias y crecimiento personal
Aaron Beck desarrolló varias fobias durante su infancia; una de ellas, la fobia a la sangre y las heridas. Lo atribuyó a una experiencia desagradable con la cirugía, tras romperse el brazo. La fobia a la sangre era un impedimento para él a la hora de formarse como médico, y se inició en una lucha contra esa fobia. La logró superar exponiéndose de forma gradual a los elementos del contexto quirúrgico: los instrumentos, los sonidos de la sala de operaciones… Y también, manteniendo la mente ocupada mientras ayudaba en las cirugías.
Otra de sus fobias era el miedo a la asfixia, supuestamente causada por diferentes factores: una broma de su hermano, que le puso la almohada sobre la cara, una grave tos ferina que sufrió y el asma que padecía.
Y otras fobias que padecía: fobia a los túneles, miedo a las alturas y miedo a hablar en público. Pero a pesar de sus fobias, Beck consiguió irlas superando a través del enfoque que fue desarrollando: la terapia cognitiva.
Su primer libro
Por otro lado, Beck se basó en sus propias experiencias para escribir el primer libro, The diagnosis and management of depression, que se publicó en 1967. En esa época Beck estaba ligeramente deprimido, y consideró la escritura de su libre como una especie de autoterapia.
La Terapia Cognitiva de Beck
Aaron Beck desarrolló la Terapia Cognitiva, a principios de 1960. En su inició, intentó poner a prueba algunas de sus hipótesis sobre los aspectos psicoanalíticos implicados en la depresión. Diseñó y llevó a cabo diferentes experimentos para probar su terapia y sus teorías. Sin embargo, a pesar de que esperaba validar gran parte de sus teorías psicoanalíticas, se sorprendió al encontrar justamente lo contrario.
Así, a raíz de sus investigaciones empezó a buscar otras formas de entender y explicar la depresión. Trabajó directamente con pacientes depresivos, y ello le hizo darse cuenta de que estas personas se caracterizaban por experimentar pensamientos negativos que aparecían en sus mentes espontáneamente.
Denominó a estos pensamientos, “pensamientos automáticos negativos” (PAN’s). Descubrió que se podían clasificar en tres categorías, en función de su contenido (la llamada “tríada cognitiva”, típica de la depresión):
- Los que hacen referencia a uno mismo.
- Los referidos al futuro.
- Los referidos al mundo.
Tanto la terapia cognitiva (TC) como la terapia cognitivo conductual (TCC) se han adaptado a diversas poblaciones de edad: desde niños en edad preescolar hasta personas mayores. Además, es una terapia ampliamente utilizada en la actualidad, de forma individual, en formato terapia de pareja, terapia familiar y terapia de grupo.
Vida personal
A nivel personal, Aaron Beck contrajo matrimonio en 1950, con Phyllis W. Beck. La pareja tuvo cuatro hijos: Roy, Dan, Alice y Judy, que les dieron ocho nietos.
Una de sus hijas, Judith S. Beck, se convirtió igual que Beck en una influyente terapeuta cognitivo conductual, y además asumió el cargo de presidenta en su centro, el Beck Institute for Cognitive Therapy and Research. De hecho, Beck fundó con su hija el instituto, en 1994.
Muerte y legado
En el momento de su fallecimiento, Aaron Beck era profesor emérito de psiquiatría en la Universidad de Pennsylvania. Falleció el 1 de noviembre del 2021 en su casa de Filadelfia, Pennsylvania, a los 100 años de edad.
Su legado sigue teniendo un impacto innegable en la historia de la psicología y en la actualidad, gracias a su gran aportación con la terapia cognitiva y la terapia cognitivo conductual, como tratamientos para la depresión y otros trastornos psicológicos.
Referencias
- Beck, A. (1983). Terapia cognitiva de la depresión. Desclée de Brouwer.
- Beck, A.T., Rush, A.J., Shaw, B.F., Emery, G. (1979). Cognitive therapy of depression. Guilford clinical psychology and psychotherapy series.
- Beck, A.T. (1975). Cognitive therapy and emotional disorders. Madison, CT: International Universities Press, Inc.