El estrés no discrimina por clase social, profesión, sexo ni edad. Dentro del margen de una sociedad que funciona bajo estándares de vida agitados, sufrir los efectos negativos del estrés crónico es algo común, no obstante, la mayoría de las personas no saben cómo hacer frente a la tensión y mucho menos cómo enfocarla de manera productiva.
La psicóloga Melanie Greenberg ha publicado un artículo en Psychology Today donde sugiere siete estrategias sencillas de aplicar para abordar el estrés inmediato. A continuación, las compartimos contigo.
“Debido a que los efectos del estrés son rápidos, necesitas estrategias para liberar el estrés que puedas aplicar también de forma rápida” (Melanie Greenberg)
1. Aprende a reconocer cuándo estás comenzando a sentirte estresado
Sin un conocimiento al menos básico de tus dimensiones emocionales, es poco lo que puede hacerse para enfocar asertivamente el estrés. De manera que es importante aprender a escucharte a ti mismo, reconocer tus estados mentales y tomar medidas a tiempo para evitar situaciones incómodas en tu vida personal y laboral.
Examina con cuidado los cambios en tu respiración, su experiencia sensitiva general, tus latidos o la tensión de tus músculos. El cuerpo se adecúa naturalmente a eventos estresantes, por lo cual es muy común notar este tipo de cambios a simple vista, puede que incluso antes de darte cuenta conscientemente de que estás viviendo un momento de estrés.
2. Tómalo con calma, respira hondo y exhala despacio
Las respiraciones lentas y rítmicas activan el nervio vago, que se encarga de conectar el cerebro con el corazón, los pulmones y otros órganos importantes. Una función adicional del nervio vago es moderar la respuesta del mecanismo de lucha o huida, una reacción que adopta el cuerpo normalmente ante situaciones de estrés para prepararse para un posible combate; en su lugar, el cuerpo adopta un estado de reposo y digestión, es decir, una respuesta orgánica asociada con periodos de relajación.
3. Describe tres cosas que veas en el escenario inmediato
Identifica tres cosas que veas a tu alrededor y descríbelas en términos de tamaño, forma, textura y color. Esto hará que tu atención se centre en otra cosa para ayudarte a regular tus emociones y enfocar la situación desde un panorama global.
4. Mira una fotografía de un paisaje natural
Mirar fotos de paisajes naturales puede disminuir nuestro ritmo cardíaco y ayudar a que nos recuperemos del estrés, según estudios realizados donde se ha podido verificar que la recuperación cardiovascular ante situaciones alto impacto es mucho más rápida en personas que han visto imágenes de árboles en contraste con quienes miran fotografías de autos y escenarios urbanos.
5. Reinterpreta tu experiencia de estrés
La mayoría de las personas buscan desesperadamente dejar de sentirse estresadas en cuanto perciben que lo están, el problema es que esto, muchas veces, empeora la situación y hace más difícil pasar de un estado anímico de exaltación a otro más tranquilo.
En lugar de obligarte a ti mismo a tranquilizarte, reinterpreta tu experiencia de estrés como una vivencia enérgica y elige ver los síntomas químicos del estrés como síntomas de pasión, emoción o fortaleza. De este modo, tendrás más pensamientos positivos pro-alivio del estrés que pensamientos negativos.
6. Párate con la espalda erguida
Pararse recto no solo te hace sentir más confiado y seguro, también disminuye la producción de hormonas del estrés según un estudio publicado en Health Psychology.
7. Aprieta y suelta los puños un par de veces
No es que te prepares para dar el primer golpe ni nada de eso, apretar los puños activa el hemisferio izquierdo del cerebro, asociado con las funciones lógicas y verbales. Así que si te sientes a punto de estallar y llevarte al mundo entero contigo, esta técnica de regulación podría serte de gran ayuda para encontrar una solución más acertada al asunto.
Fuente: Psychology Today