Una de las principales adversidades que enfrentan los pacientes con problemas de adicción es la falta de motivación para dejar el alcohol o las drogas y los sentimientos ambivalentes que les hace cuestionar si deben continuar con el tratamiento. En este tipo de casos los terapeutas deben desarrollar una serie de habilidades que les permitan ser efectivos para ayudar a sus pacientes encaminándolos al cambio para afrontar la pasividad, el desacuerdo y la negación.
Por supuesto que no es un proceso fácil de sortear. Es común que los terapeutas también se sientan frustrados, agobiados, sin saber como guiar a sus pacientes que no logran progresar.
La sección profesional de la reconocida web de psicología en inglés, Psychcentral, publicó hace poco una serie de estrategias para ayudar a los pacientes a mejorar la adherencia al tratamiento y mejorar las dificultades más comunes de las adicciones:
1 -Incentiva el coraje de los pacientes
Muchas personas con problemas de adiciones no se ven así mismos como personas valientes, pero el simple hecho de que estén intentando el tratamiento en una muestra en si misma de su coraje y valentía. Muchos de ellos temen al proceso de desentoxicación o de abandonar el principal mecanismo de afrontamiento que utilizan para lidiar con los problemas. Estas personas no pueden recordar cómo era su vida antes de las drogas y tampoco se pueden imaginar un futuro sin ellas.
Es importante que el terapeuta pueda fortalecer el coraje del paciente al ayudarlo a identificar y enfocarse en los logros que había alcanzado antes de la adicción. Por ejemplo: en una sesión el terapeuta puede pedirle a su paciente que le diga algo en lo que es bueno o algún logro que alcanzó en su carrera profesional. Este debe ser el primer paso a explorar antes de recabar en los problemas que tuvo con su adicción. El terapeuta no debe dejar que la adicción sea la única narrativa que defina a la persona. Esta intervención ayudará al paciente a recordar que si pudieron lograr una meta personal/profesional antes de la adicción también lo podrán alcanzar ahora.
2 – Utiliza la entrevista motivacional
La entrevista motivacional es una intervención ampliamente investigada que cuenta con un buen nivel de efectividad que permite explorar de manera respetuosa las resistencias y ambivalencias de los pacientes con adicciones. Sin que el paciente se sienta sermoneado ni amenazado, y al mismo tiempo guiándolo al cambio. La entrevista motivacional invita al paciente a elaborar sus propias razones para para dejar el alcohol/drogas. Muchos pacientes suelen reportar más razones para seguir consumiendo (porque le evita el dolor físico o emocional, mejora sus estrategias de afrontamiento, etc.) que para dejarlo, porque han vivido muchos años así. Por lo tanto es fundamental que el terapeuta pueda tomarse el tiempo necesario para explorar junto con el paciente estas razones y ampliar las razones para dejar de consumir.
3 – Alienta a los pacientes a encontrar amigos sobrios
Una vez que entran en el proceso de recuperación, muchos pacientes reportan temor de perder a todos sus amigos, ya que la mayoría de sus “amigos” pertenecen a su grupo de consumo. Aquí el terapeuta debe ayudar al paciente a desarrollar y reforzar relaciones sanas con amigos verdaderos que apoyen su sobriedad y también debe incentivarlo para que puedan abrirse a nuevas amistades y a un estilo de vida más sano.
4 – Entrena habilidades funcionales de afrontamiento
El consumo de sustancias es uno de los principales recursos de afrontamiento de los pacientes con adicciones. Para que el tratamiento sea efectivo el terapeuta debe entrenar al paciente con habilidades y recursos funcionales que permitan reemplazar el alcohol/drogas con otros métodos para afrontar el estrés y las situaciones difíciles, por ejemplo: mindfulness, meditación, ejercicio físico, ejercicios de respiración, etc que le permitan desarrollar al paciente un repertorio de afrontamiento funcional.
5 – Entrena la honestidad
Los pacientes con adicciones sienten una profunda vergüenza para aceptar que tienen un problema, lo que dificulta el proceso de reconocer las dificultades que afrontan. Es necesario que el terapeuta pueda recordarle al paciente que está ahí para ayudar, no para juzgarlo y que hará todo lo que pueda para desarrollar una relación de confianza entre ambos.
Un recurso que suele ser muy útil para afianzar la honestidad es la de pedirle al paciente que escriba una carta, que no enviará, en la que exprese los pensamientos y emociones más desagradables sobre la adicción. Este ejercicio promueve la expresión honesta de sus emociones sin el miedo a ser juzgado por otros personas, y de hecho, es un tipo de exposición más “manejable” para el paciente. El principal objetivo de la honestidad en el tratamiento de la adicción es ayudar a los pacientes a enfrentar la ansiedad que le genera decir la verdad y encontrar una voz auténtica en el proceso.
6 – Alienta el servicio hacia otros
Estar al servicio de otros es parte del programa de 12 pasos de Alcohólicos Anónimos. Este servicio consiste en ser voluntario de la comunidad y ayudar a otras personas que también pasan por el proceso de recuperación. Estar al servicio de otros ayuda también al paciente a tomar una perspectiva sobre las dificultades y las luchas que cada persona enfrenta con la adicción y al mismo tiempo promueve su propia recuperación.
7 – Identifica posibles disparadores de recaídas
El primer elemento de la prevención de recaídas consiste en aprender a detectar y evitar los disparadores y situaciones instan o tientan el consumo. Por ejemplo, puedes trabajar a través de actividades de role-play diferentes maneras de decir “no” cuando alguien lo invita a tomar unas cervezas después del trabajo. El terapeuta también practicar con el paciente estrategias de regulación de estrés y ansiedad que disparen la necesidad de consumo (una pelea con la pareja, un día estresante en el trabajo, etc).
Una buena manera de enseñarle estas habilidades al paciente es explicándole que la recaída física — el acto del consumir alcohol o drogas — es el resultado de una recaída mental o emocional previa.¿Qué significa esto? La recaída mental usualmente ocurre cuando el paciente se involucra en situaciones en donde son más propensos a caer a la tentación, como visitar a un amigo que tiene problemas con el alcohol, y creen que pueden resistir la tentación o que incluso pueden tomar una cerveza y controlarse. Lo que los lleva inevitablemente a una recaída.
Fuente: Psychcentral