Hace un par de meses, aproximadamente, que la mayoría hemos vuelto a nuestras rutinas cotidianas de trabajo, estudio y demás responsabilidades. No hay nada como una semana bien cargada de quehaceres para recordarnos cuánto extrañamos nuestras vacaciones y la posibilidad de seguir el vuelo de las mariposas desde la comodidad de una hamaca.
Lo bueno es que el año suele regalarnos algunos días extra de descanso que muchos aprovechan para viajar, visitar a la familia o los amigos, y desconectarse de la cotidianidad. Sin embargo, no es posible desconectarse tan livianamente de los medicamentos recetados en torno a un trastorno de salud mental, y a su vez debemos resaltar la importancia de la adherencia al tratamiento psicofarmacológico (es decir, la medida en que la conducta del paciente se adecua a las indicaciones del médico), sobre todo en pacientes con depresión, trastorno bipolar o esquizofrenia.
Este es uno de los motivos por los que debemos ser especialmente precavidos durante las vacaciones, donde el estar relajados o distraídos nos puede jugar en contra. Por eso, aquí les dejo seis consejos útiles para manejar la medicación durante las vacaciones:
1. Llevá más de lo que necesitás
Por más que tu plan sea salir de casa sólo por 3 ó 4 días, es importante tener en cuenta que puede ocurrir cualquier eventualidad que te obligue a quedar un par de días más de lo planeado y, por supuesto, también necesitarás tu medicación durante esos días. Una buena estrategia puede ser llevar los medicamentos necesarios para cubrir cinco días extras.
2. Guardá los prospectos
Estas pequeñas guías que vienen dentro de las cajas de los medicamentos son de gran ayuda, no sólo para saber qué estás consumiendo, y cómo actuar ante determinadas situaciones de riesgo que puedan presentarse, sino que también en ellas se encuentra detallado el nombre del medicamento que consumís y su composición, datos fundamentales para adquirir una nueva caja en la farmacia, o, si son expendidos bajo receta, con el prospecto el médico que te atienda en las vacaciones podrá saber cuál es el medicamento exacto que te recetó tu médico de cabecera.
También podés aprovechar las bondades de la tecnología, y sacarle fotos al prospecto con tu celular, y así llevarás esos datos con vos adonde sea que vayas.
3. Intentá mantener tu horario regular
Algunos medicamentos pueden ser tomados en diferentes horarios sin producir efectos no deseados por ello, pero hay ciertos medicamentos con los que es imprescindible mantener los horarios regulares que llevás en tu vida cotidiana, incluso si te encontrás en un lugar con una gran diferencia horaria.
4. Programá alarmas
De nuevo, sacá ventaja de las facilidades que nos brinda la tecnología, y poné alarmas en tu celular que te recuerden que tenés que tomar los medicamentos, porque cuando estamos rodeados de familia, amigos o nuevas aventuras, es muy fácil perder la noción del tiempo.
5. Pedile a personas dentro de tu red de soporte que te recuerden que tenés que tomar los medicamentos
Cuando estamos fuera de casa, muy relajados o entretenidos con cosas nuevas podemos llegar a ignorar hasta las alarmas, por eso, las personas que nos rodean pueden ser un buen sistema de control si se lo pedimos. Podés pedirles tanto que te recuerden que tenés que tomarlos, como que te pregunten si los tomaste.
6. No tengas miedo de llamar a tu doctor
Ya sea que estés tomando la misma medicación de siempre o que la hayas cambiado recientemente, cualquier inquietud, duda o situación que se te pueda presentar es mejor que la consultes con tu médico. Si es necesario, llamalo y dejale un mensaje para que te devuelva la llamada ni bien pueda. No tengas miedo de hacerle preguntas pues él conoce tu historial y los motivos por los cuales estás tomando esa medicación. Si, por ejemplo, esta medicación te impide dormir, aún estando muy cansado, podés contarle la situación al médico y concordar sobre una dosificación más adecuada para evitar dicho efecto.
Fuente: Psychcentral