Mi trabajo con parejas y el desarrollo de programas y estrategias efectivas se ha visto apuntalada durante estos últimos tiempos por una serie de valores que trato de compartir con las personas porque me parecen esenciales para que el esfuerzo que hacen al venir a la terapia resulte significativo. Tal y como lo concibo, la terapia de parejas brinda a nuestros clientes la oportunidad de transmitirse uno a uno este conjunto de valores que les sirven como modelo y aporta un significado a la relación.
Estos valores son:
1. Los conflictos forman parte de la vida y poseen un valor positivo
Vivimos en una sociedad dispersa y fragmentada, con cuestiones críticas y permanentemente en CRISIS, lo que en buenos términos quiere decir (como el propio significado de la palabra CRISIS) que vivimos en CAMBIO, en transformaciones que no tienen porque hundirnos sino que pueden elevarnos hacia nuevos horizontes. El conflicto no será una excepción a nuestra vida, a veces se convierte incluso en un hecho muy familiar. Pero los conflictos tienen un propósito y un significado que si logran comprender, les otorga la oportunidad de CONOCER mejor sus propios fines y hallar medios que no sean destructivos para alcanzarlos.
2. La expresión pacífica del conflicto dentro de la relación tienen un valor positivo
La forma más directa en que una pareja puede ayudarse a resolver un conflicto es promoviendo su expresión prontamente y de forma pacífica, y no esperar que se produzca una creciente escalada y no se pueda evitar la toma de medidas radicales y extremas, en prejuicio de la relación.
3. El hecho de que la responsabilidad por un conflicto sea asumida tanto por la pareja o por uno sólo de sus miembros es un valor positivo
La pareja puede compartir la responsabilidad en la resolución del conflicto y nosotros como terapeutas podemos poner a su disposición un trabajo competente y bien capacitado, dejando la responsabilidad de elegir los objetivos primordiales a la propia pareja o al miembro que nos visita. Nosotros daremos nuestro apoyo para disminuir el conflicto por medio de alguna estrategia y un plan de acción, promoviendo una alternativa a la tendencia de las personas a buscar siempre alguién más –los hijos, un miembro de la familia de origen, los amigos, etc.- que maneje el conflicto en lugar de ellas.
4. La resolución voluntaria del conflicto por parte de la pareja o uno de sus miembros es un valor positivo
Nosotros ofrecemos las ventajas de la terapia, poniendo énfasis en la colaboración, cooperación y asunción mutua de responsabilidades, sosteniendo la participación de cada uno de sus miembros hacia la elaboración de un acuerdo que satisfaga a ambos.
5. La diversidad de opiniones y pareceres dentro de la relación, así como la tolerancia de las diferencias son valores positivos
El proceso de la terapia puede servir como un modelo de respeto a la diversidad y las diferencias, ayudando a crear un espacio en el que las personas aprendan a tolerar sus diferencias, se escuchen y puedan dialogar. Todo esto es posible cuando el terapeuta es capaz de conducir la conversación adhiriendo la diversidad de perspectivas y apoyándolas.
Imagen: Tetra Pak (Flickr)