Para muchos personas Facebook, Twitter, Instagram y Snapchat es la internet. Y tiene mucho sentido, porque desde estas redes hacen prácticamente todo: leen sus noticias, se entretienen, se comunican y pasan horas sin darse cuenta cuan dependientes son de las redes sociales.
Las redes sociales no tienen más de 15 años de existir y todavía no se entiende bien qué impacto pueden ocasionar a largo plazo sobre nuestra salud, pero las investigaciones nos sugieren que tenemos que ser precavidos.
Una de las investigaciones más recientes proviene de la revista Computer in Human Behavior. En este estudio se encontró que usar 7 de las 11 redes sociales más populares se asoció con un riesgo 3 veces mayor de sufrir depresión y ansiedad, en comparación con aquellas personas que sólo usan dos o ninguna red social. Según sus autores, la relación fue tan fuerte que los clínicos deberían explorar los hábitos digitales (cuantas redes sociales usan, cuán a menudo, etc) de los pacientes con depresión y ansiedad.
Es importante advertir que este tipo de investigación es correlacional y por lo tanto, no puede afirmar categóricamente que las redes sociales son las responsables de los síntomas clínicos de la depresión y ansiedad o si el descubrimiento se debe a que las personas deprimidas y ansiosas buscan las redes sociales como alivio.
Pero estos datos no son aislados. Una investigación del 2015 encontró que las personas que usan constantemente Facebook tienen más síntomas depresivos en comparación con aquellos que casi no la usan. Otro estudio realizado en Twitter halló que los tuits negativos y depresivos han aumentado constantemente durante lo últimos años.Otra investigación en Instagram, encontró que las personas deprimidas usan filtros en sus imágenes con menos brillo, menos saturación, las hacen más oscuras y en blanco y negro. Los datos específicos de Instagram son muy interesantes porque demuestran como podemos usar las imágenes digitales para evaluar los síntomas clínicos en vez de utilizar los posts tradicionales con palabras.
Hay otras investigaciones que han encontrado que las redes sociales ofrecen apoyo, contención y muchos beneficios para las personas con trastornos psicológicos. Puedes ver un compendio de investigaciones sobre las ventajas y desventajas de las redes sociales que preparamos hace unos años.
No tenemos que perder de vista que nada es gratis en la Internet y que las redes sociales dependen de nuestra atención para existir y monetizarse. Ellas necesitan que pasemos el mayor tiempo posible dentro de ellas y harán todo lo posible para hacerlo. Así que es bueno que reflexiones cuanto tiempo usas cada red por día, cuantas veces te encuentras actualizando tu feed en busca de algo para no aburrirte y cuales son tus hábitos digitales. Un análisis de tus conductas digitales te ayudarán a tomar control sobre las redes para tu beneficio y no que ellas te controlen. Es algo que he intentado hacer durante los últimos meses y quizás te ayude a ti también.
Fuente: Medical Daily
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