Experimentar adversidades severas en la niñez tendría un impacto significativo en el funcionamiento neuropsicológico de los adultos; y estas dificultades neuropsicológicas podrían explicar por qué la adversidad temprana está relacionada con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en la edad adulta, según los hallazgos de un nuevo estudio (Golm et al., 2020).
Los investigadores analizaron la función neuropsicológica en 70 adultos jóvenes que habían estado expuestos a condiciones severamente privativas en orfanatos rumanos durante el régimen de Nicolae Ceausescu y posteriormente fueron adoptados por familias británicas. Los participantes fueron comparados con 22 personas adoptadas británicas de edades similares que no habían sufrido privación infantil.
Como parte del estudio, se pidió a los participantes que completaran pruebas diseñadas para evaluar su funcionamiento neuropsicológico en cinco áreas: control de sus respuestas (control inhibitorio), memoria prospectiva (capacidad de recordar hacer algo en el futuro), toma de decisiones, reconocimiento emocional y capacidad cognitiva (CI).
El TDAH y los síntomas de trastornos del espectro autista (TEA) se evaluaron mediante cuestionarios completados por los padres de los adoptados.
Los hallazgos revelaron que los adoptados rumanos tenían un coeficiente intelectual más bajo y obtuvieron un rendimiento inferior en las otras cuatro pruebas en comparación con los adoptados que no habían sufrido privaciones.
Quienes tenían CI más bajos presentaron mayores problemas en la memoria prospectiva y tenían más probabilidades de mostrar síntomas de TDAH en la edad adulta que aquellos sin dificultades neuropsicológicas. Los investigadores no encontraron un vínculo directo entre los síntomas de TEA y el rendimiento neuropsicológico.
Cuando vivían en las instituciones, los rumanos fueron sometidos a una higiene extremadamente pobre, alimentos insuficientes, poco afecto y ningún estímulo social o cognitivo. Un nuevo estudio analiza la salud mental y el desarrollo cerebral de 165 niños que pasaron tiempo en instituciones rumanas y que fueron adoptados por familias en el Reino Unido cuando tenían entre dos semanas y 43 meses.
“Este estudio contribuye a nuestra comprensión cambiante del poder del medio ambiente temprano para dar forma al desarrollo del cerebro, mostrando que los efectos de la privación institucional en la cognición todavía se pueden ver después de más de veinte años de experiencia positiva en familias adoptivas amorosas y de alto funcionamiento, lo que nos lleva a reconocer que existen límites para los poderes de recuperación del cerebro,” dijo el profesor Edmund Sonuga-Barke, investigador principal del estudio.
Finalmente, los investigadores enfatizan en el hecho de que estos hallazgos remarcan la importancia de mejorar la calidad de la atención a los niños en las instituciones.
Referencia bibliográfica:
Golm, D., Sarkar, S., Mackes, N. K., Fairchild, G., Mehta, M. A., Rutter, M., ERA Young Adult Follow Up study team, & Sonuga-Barke, E. J. (2020). The impact of childhood deprivation on adult neuropsychological functioning is associated with ADHD symptom persistence. Psychological Medicine, 1-10. https://doi.org/10.1017/S0033291720001294
Fuente: Psychcentral