Con el título Radiografía de la hiperactividad, ¿es necesaria la intervención farmacológica?, Infocop, el sitio web oficial del Consejo General de Psicología de España, publica una importante revisión de las críticas de la comunidad científica que advierten sobre el incremento desmesurado de la medicación que reciben los niños diagnosticados con el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH).
A continuación las críticas más relevantes:
Según la APA (Asociación Americana de Psicología) la cantidad de niños con TDAH oscila entre el 3% y 5%, lo que nos da a entender que hay un gran incremento en la prevalencia del trastorno y que se podría considerar como una epidemia. Pero, al analizar diversos estudios epidemiológicos del TDAH, nos encontramos que hay serias incongruencias en sus resultados. Según los expertos esto se debe a que esta condición ha sufrido, a través de los años, diversos cambios conceptuales en la bibliografía psiquiátrica, sumado a que los investigadores no han utilizado una metodología unificada.
Aunque se ha investigado mucho sobre el tema, todavía no se han encontrado evidencias sólidas que expliquen cuáles son las causas del TDAH. Sumado esto a la preferencia teórica de los profesionales de la salud, se ha provocado una fuerte falta de consenso sobre qué es el TDAH y qué tipo de intervenciones se deben realizar.
Todavía no se han encontrado evidencias sólidas que expliquen cuáles son las causas del TDAH
Las guías clínicas del TDAH proponen que se inicien intervenciones psicosociales, antes de las farmacológicas, como tratamiento para niños y adolescentes. Pero la realidad es muy distinta, hoy vemos que las prescripciones farmacológicas son la principal línea de tratamiento.
Alarmada por este incremento, la misma UNICEF envió una alerta al gobierno de España donde insta a que se adopten “iniciativas para proporcionar tanto a estos niños como a sus padres y maestros, acceso a la amplia gama de tratamientos y medidas educativas y psicológicas existentes”.
Otras organizaciones como el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (España) también nos alerta sobre la falta de evidencia científica en torno al diagnóstico de hiperactividad y recomienda que sólo se utilicen los fármacos de una manera excepcional, debido a los altos riesgos secundarios que pueden ocasionar, como por ejemplo: problemas cardiovasculares, psiquiátricos y endocrinos. En su informe se detalla que hasta septiembre de 2013, existen 264 sospechas de reacciones adversas (185 consideradas graves) al metilfenidato y 104 (85 graves) a la atomoxetina, ambos frecuentemente recetados para esta condición.
Relacionado con esta medida, en el año 2005, la FDA o Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, basada en los informes de muerte súbita por infarto en niños menores de 18 años, solicitó que los fabricantes de estos medicamentos incluyan advertencias sobre el posible riesgo cardiovascular y los problemas psiquiátricos que pudieran producir.
Una de las críticas más duras proviene de la Agencia Vasca de Tecnologías Sanitarias Osteba, que pone en entre dicho la existencia de la hiperactividad como trastorno y alerta sobre el indiscriminado uso de los psicoestimulantes para su tratamiento. En el documento se detalla que la mayoría de las guías de práctica clínica para el TDAH, no cumplen con los requisitos metodológicos requeridos y, en general, están financiadas por la industria que comercializa estos medicamentos.
Sólo se utilicen los fármacos de una manera excepcional
Allen Frances es un reconocido psiquiatra que trabajó en la elaboración del DSM-IV y también ha levantado su voz contra el TDAH. Según él, actualmente existen tres epidemias falsas de trastornos mentales infantiles: el TDAH, el trastorno bipolar y el autismo. Y explica ¨la forma más fácil de predecir que un niño va a padecer TDAH es su cumpleaños. Si eres el niño más pequeño de tu clase, tienes el doble de posibilidades de padecerlo que si eres el mayor. Estamos transformando la inmadurez en enfermedad, y en vez de tratarla en clase, estamos gastando millones de dólares en medicamentos.¨
Todo esto es una pequeña muestra de la multitud de críticas que surgen alrededor del posible rol de los fármacos en el sobrediagnóstico y sobretratamiento del TDAH. Si bien la mayoría de las críticas provienen de las agencias y asociaciones de salud mental en España, son perfectamente aplicables en nuestros países, donde cada vez encontramos más niños medicados dentro del aula sin que antes se haya analizado qué está sucediendo en su contexto y qué intervenciones psicosociales y educativas se pueden aplicar. Es aquí donde se necesita del accionar de los psicólogos para que actúen con la autoridad necesaria y se aseguren que sus padres y familiares puedan conocer las alternativas y reciban el mejor tratamiento posible.
Nota: este es un artículo dirigido principalmente a psicólogos; si estás tomando medicación no la dejes ni la cambies sin consultar antes a tu psiquiatra.Pregúntale qué podés esperar de la medicación, los efectos secundarios y las mejores opciones alternativas disponibles para tu caso, pero tené en cuenta que la decisión de medicar o no se basa en el criterio clínico según la mejor evidencia disponible (idealmente, al menos), y tu caso en particular.