Nos han repetido una y otra vez que tenemos que seguir nuestra pasión para llevar una vida feliz y productiva. Dedicar toda nuestra vida a los que nos gusta y apasiona parece tener mucho sentido. Pero ¿qué pasa cuando las personas no saben cuál es su pasión o cuando su pasión cambia con el tiempo? ¿Tienen que dejar todo y cambiar de camino, cancelar sus compromisos cuando no se sienten complacidos y llenos de endorfinas?
Hace unos años escribí un artículo de opinión en el que expliqué por que la recomendación de “busca tu pasión” es poco útil para ayudar a los jóvenes a elegir una carrera universitaria. Sumado a eso, se han acumulado una serie de investigaciones que nos ayudan entender con datos más precisos por qué no debes esperar encontrar tu pasión y mucho menos guiar tu vida solo bajo ese principio. En la revista Harvard Business Review sintetizan los resultados en tres puntos clave:
1. La pasión no es una característica preestablecida, sino que es algo que se desarrolla
Las investigaciones de O’Keefe et al. (2018) muestran que cuando las personas creen que su pasión es una característica innata y fija están menos dispuestas a explorar otros temas o habilidades y las hace más propensas a darse por vencidas rápidamente cuando una nueva tarea parece demasiado difícil.
2. Es difícil seguir tu pasión, porque disminuye con el tiempo
La pasión se caracteriza por emociones placenteras que experimentamos al completar una tarea o actividad. Pero las emociones cambian rápidamente y dejan de sentirse con la misma intensidad. Cuando eso pasa las personas suelen sentirse a la deriva o cambian rápidamente de tarea y dejan de lado compromisos en busca de más sensaciones que los llenen y los hagan sentir bien. Pero muchas de las cosas más importantes de la vida y que las personas valoran exigen esfuerzo, dedicación y compromiso. Desarrollar una relación de pareja, ayudar/cuidar a otras personas o aprender una habilidad nueva no siempre es algo placentero o fácil de lograr, pero lo hacemos porque para nosotros tiene un propósito, un sentido que valoramos.
3. La pasión puede desviarte de tus valores. Por lo tanto es importante reconocer sus límites
Los estudios de Jachimowicz et al. (2019) han encontrado que la pasión sólo se relaciona con un óptimo desempeño cuando se cumplen dos requisitos: (1) cuando otros están de acuerdo o compaginan con el mismo tema que les apasiona, y (2) cuando la pasión es expresada en un contexto apropiado. Dos requisitos cuyos beneficios son muy limitados.
Otra desventaja es que las personas más apasionadas suelen confiarse demasiado de sus habilidades. En algunas situaciones esto es beneficioso porque impulsa a las personas a seguir esforzándose y tomar riesgos para emprender. Pero en otros contextos la sobreconfianza puede afectar seriamente los resultados y afectar a otras personas (Chen et al., 2007) . Así también las personas demasiado confiadas son menos receptivas al feedback (Sherf & Morrison, 2020) y por consiguiente, menos ágiles para cambiar y adaptarse.
Además, guiarnos solo por la pasión o por lo que nos hace sentir bien en el momento, puede erosionar rápidamente las relaciones laborales y sentimentales, porque cuando la pasión se agota las personas buscan rápidamente otro camino que les genere esa satisfacción, manteniendo el ciclo de la búsqueda de la pasión y dejan de lado otros aspectos importantes de su vida.
Pero los investigadores han encontrado que un pequeño cambio en la manera en que encaramos la vida puede hacer una gran diferencia. Se recomienda que en vez de enfocarte sólo en lo que te apasiona, te enfoques en tu propósito, lo que es realmente importante para ti o lo que realmente valoras (aprender, cuidar a las personas, ser eficaz, cuidar la salud, cuidar tu espiritualidad, la lista es infinita). Enfocarte en hacer sólo lo que amas o lo que te apasiona se relaciona con lo que disfrutas y lo que te hace feliz. En cambio, al enfocarte en tus valores podrás alinear lo que te gusta, lo que te hace sentir bien, con tus valores o lo que es importante para ti.
Estos hallazgos son completamente compatibles con lo que hacemos en el trabajo clínico con los consultantes al ayudarlos a clarificar sus valores y vivir una vida guiados por lo que es realmente importante para ellos.
Valores
Con valores nos referimos a aquello que es realmente importante en nuestra vida. Los valores difieren entre las personas, tampoco son estáticos y pueden cambiar con el tiempo, pero no dependen solo de las emociones sino que son direcciones en una brújula hacia donde deseamos dirigirnos, que se traducen en acciones comprometidas. No todas las personas tienen una idea clara de cuáles son sus valores o también puede suceder que se les haga difícil articularlos. Una manera de clarificar los valores es analizar algunos de los siguientes dominios y tomar un tiempo para pensar que es importante y qué crees que constituye una vida que quieras llevar.
- Familia: ¿Qué tipo de relaciones desea tener con su familia? ¿Qué tipo de hermano / hermana / madre / padre / tía / tío / sobrina / sobrino desea ser? ¿Cómo desea ser en esas relaciones?
- Matrimonio/pareja/intimidad: ¿Qué tipo de esposo / esposa / pareja desea ser? ¿A qué tipo de relación desea pertenecer? ¿Qué tipo de relación desea construir? ¿Qué tipo de persona desea ser en una relación?
- Crianza: ¿Qué tipo de padre desea ser? ¿Qué tipo de relaciones desea construir con sus hijos?
- Amistades/vida social: ¿Qué tipo de amigo desea ser? ¿Qué amistades son importantes cultivar? ¿Cómo desearía actuar hacia sus amigos? ¿Qué tipo de vida social le es importante?
- Carrera/empleo: ¿Qué tipo de trabajo le es valioso? ¿Qué cualidades desea aportar como empleado? ¿Qué tipo de relaciones laborales le gustaría construir? ¿Qué tipo de trabajo le es importante?
- Educación/crecimiento/desarrollo personal: ¿Cómo le gustaría crecer como persona? ¿Qué tipo de habilidades le gustaría desarrollar? ¿Qué le resulta importante sobre la educación y el aprendizaje? ¿Sobre qué le gustaría saber más?
- Recreación/diversión/esparcimiento:¿Cómo le gustaría divertirse? ¿Qué lo relaja? ¿Cuándo está más juguetón?
- Espiritualidad:¿Qué tipo de relación desea tener con Dios/la naturaleza/el planeta Tierra?
- Ciudadanía/medio ambiente/comunidad: ¿En qué tipo de ambiente le gustaría participar? ¿Cómo desea contribuir a su comunidad? ¿Qué tipo de ciudadano le gustaría ser?
- Salud/bienestar físico: ¿Qué tipo de valores tiene relacionados con su bienestar físico? ¿Qué tan importante es su salud para usted? ¿Cómo desea cuidarse a sí mismo?
Al hacerte estas preguntas podrás clarificar hacia donde quieres dirigir tu vida y tener una idea más concreta de qué acciones puedes hacer en pos de esos valores. Por ejemplo, en el dominio de educación y crecimiento una persona puede determinar sobre qué temas les gustaría aprender más y con eso definido, qué acciones concretas puede tomar (un curso en internet, escuchar un podcast sobre ese tema, etc).
Los valores son caminos, no objetivos a cumplir, esto que significa que mientras el dominio de aprender más sea un valor para la persona, siempre tendrá acciones específicas con las cuales comprometerse.
Una forma útil de organizar cuáles son tus valores es escribirlo de la siguiente manera:
Te invito a hacer esta práctica con curiosidad y vivir una vida guiada según tus valores antes que tus pasiones.
Referencias de los estudios originales:
Chen, G.-M., Kim, K. A., Nofsinger, J. R., & Rui, O. M. (n.d.). Trading Performance, Disposition Effect, Overconfidence, Representativeness Bias, and Experience of Emerging Market Investors. In SSRN Electronic Journal. https://doi.org/10.2139/ssrn.957504
Jachimowicz, J., To, C., Agasi, S., Côté, S., & Galinsky, A. (2019). The Gravitational Pull of Expressing Passion: When and How Expressing Passion Elicits Status Conferral and Support from Others. https://doi.org/10.31234/osf.io/uktne
O’Keefe, P. A., Dweck, C. S., & Walton, G. M. (2018). Implicit Theories of Interest: Finding Your Passion or Developing It? In Psychological Science (Vol. 29, Issue 10, pp. 1653–1664). https://doi.org/10.1177/0956797618780643
Sherf, E. N., & Morrison, E. W. (2020). I do not need feedback! Or do I? Self-efficacy, perspective taking, and feedback seeking. The Journal of Applied Psychology, 105(2), 146–165. https://doi.org/10.1037/apl0000432
Fuente: Harvard Business Review