Los niños provenientes de familias en condiciones de escasez económica podrían verse perjudicados por el hecho de presentar síntomas de pubertad precoz, de acuerdo con un estudio realizado por Ying Sun, investigador académico visitante en el Murdoch Children’s Research Institute (Australia).
El estudio presentado por Sun muestra detalles de cómo el ingreso familiar afecta los índices de pubertad en los niños, entre los cuales está el desarrollo de los senos en las niñas y el vello facial en los varones, por ejemplo.
Basándose en datos de la base de datos Growing Up de Australia, el estudio pidió a 3,700 padres de familia una referencia acerca de los signos de pubertad que pudieran notar en sus hijos, con una edad promedio de 9 a 11 años. Se compararon, además, los status socioeconómicos de las familias participantes con base en el ingreso anual, los niveles de educación y las ocupaciones de los padres de los niños que presentaron un desarrollo precoz vs. los que no lo presentaron.
Los resultados finales sugieren que el 19% de los niños y el 21% de las niñas provenientes de familias pobres comienzan a desarrollarse de forma mucho más rápida cuando alcanzan los 10 u 11 años. Una de las conclusiones más impactantes del estudio indica, por otro lado, que los varones provenientes de entornos más humildes son cuatro veces más propensos a entrar a la pubertad de manera precoz, mientras que para las niñas la tendencia se duplica.
19% de los niños y 21% de las niñas en condición de pobreza comienzan a desarrollarse de forma mucho más rápida cuando alcanzan los diez u once años
Las razones de este fenómeno podrían ser, opina Sun, el hecho de que la pobreza sea capaz de influir en los cambios corporables en tanto somete al organismo a niveles de estrés muy frecuentes, lo cual podría modificar las funciones cerebrales e impactar en la regulación de las hormonas reproductivas.
Otra teoría propuesta por Sun es la idea de que algunos factores externos podrían modificarnos genéticamente, o quizás las dificultades ambientales y económicas pudiesen enviar señales a nuestro cuerpo para comenzar un proceso reproductivo que asegure que nuestros genes perdurarán en caso de que fallezcamos de manera imprevista.
Los investigadores subrayan que la pubertad precoz puede ocasionar problemas de salud más adelante, incluyendo problemas emocionales y comportamentales así como un riesgo alto de desarrollar diabetes y enfermedades cardíacas.
Fuente: Medical Daily