Uno de los aportes más importantes de la terapia dialéctico conductual (DBT) ha sido la inclusión de la validación como una de las estrategias centrales del tratamiento. La validación es el corazón de DBT.
Según Marsha Linehan, la validación consiste en comunicar al paciente que sus respuestas emocionales tienen sentido y son entendibles dentro de su historia y contexto actual.
Al validar el terapeuta acepta las emociones del paciente, las toma con respeto y sin juicios.
Para validar, Linehan propone seis niveles de validación, y en este video Stephanie Vaughn, terapeuta DBT certificada explica en qué consisten estos niveles y cómo los terapeutas pueden utilizarlos. Si quieres profundizar un poco más te recomiendo leer los artículos que publicamos sobre Niveles de validación y Validación: ¿qué es y cómo practicarla?.
- Mostrar interés y estar despierto: Parece ser bastante simple, pero puede ser especialmente desafiante cuando estás en desacuerdo o te sientes irritado con otra persona al punto que ni siquiera quieres escucharla o estás pensando en qué responderle. Aquí es cuando sentimos el deseo de sacudir la cabeza, fruncir el ceño o voltear los ojos o alejarte. Por lo tanto, estar atento y darle tiempo a la persona para expresarse y el respeto para ser escuchado. Los terapeutas quizás no tengamos la necesidad de salir de la habitación, pero podemos mirarlos de una manera que exprese escepticismo, podemos enviarles mensajes no verbales que trasmitan la idea que no les creemos. Por eso es importante que tenemos que asegurarnos de que estamos escuchando con atención e interés.
- Reflejar correctamente: En este nivel debemos asegurarnos que no solo estamos utilizando el nivel dos porque podemos sonar como un loro, repitiendo todo lo que el paciente dice. Es importante que se pueda reflejar correctamente y al mismo tiempo trasmitir que estamos escuchando con atención y respeto. En el vídeo se muestra un buen ejemplo de cómo hacerlo.
- Ponerse en su lugar: Consiste en ponerse en los zapatos del otro (leer las emociones y pensamientos) y verificar si es correcto.
- Validar basado en la historia: Esta es la historia con la cual vino el paciente. Por ejemplo cuando un paciente se siente irritado: “Tiene sentido que estés molesto. No te gusta que digan qué hacer porque era lo que hacía tu padre agresivo”. De esta manera, utilizamos la información del paciente y la ponemos en contexto mientras validamos.
- Validar basado en las circunstancias actuales: Validar no solo en la historia del paciente, sino también en los hechos actuales y trasmitir que su conducta es comprensible para cualquiera.
- Ser radicalmente genuino o autenticidad radical: La autenticidad radical se concibe al terapeuta como humano e igual. Supone participar de manera auténtica, no tomando a sí mismo demasiado serio o ignorando lo obvio.
Fuente: Academia Psicoterapia
2 comentarios
Me parece fantástico que se agreguen elementos de los modelos humanistas como el centrado en la persona de Rogers. A mi parecer, desdibuja las fronteras que en algún momento separó a la psicología en “bandos”, quizá, con esto, estemos un poco más serca de formar UNA PSICOLOGÍA.
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