El Déficit de Atención e Hiperactividad es uno de los trastornos mentales más debatidos de los últimos 10 años. Y como en toda controversia hay dos extremos opuestos:
De un lado están los que dicen que el TDAH no existe. Que todo es un invento de las farmacéuticas para ganar más dinero a través de la venta de psicofarmacos y que las conductas disruptivas de los niños sólo se debe a la falta de atención de sus padres.
Por el otro lado están los que ven TDAH en todos los niños inquietos que no pueden estar sentados por más de 10 minutos y los diagnóstican con TDAH luego de haberles hecho una evaluación de 15 minutos, sin haber observado en profundidad su conducta dentro del contexto familiar y escolar o sin haber buscado otras opciones terapéuticas recomendadas para estos casos, como las terapias conductuales.
la edad de los niños y su desarrollo madurativo, son factores que podrían confundir la conducta inmadura con el TDAH
Pero la realidad de las personas con TDAH es más compleja. No se sabe con exactitud qué lo causa, pero según las investigaciones los factores genéticos juegan un rol importante en su diagnóstico. Cientos de investigaciones (no financiadas por farmacéuticas), han encontrado evidencia de deterioros significativos en la calidad de vida de las personas con TDAH que no recibieron tratamiento: entrenamiento conductual, regulación emocional y en algunos casos medicación. Así también también se ha encontrado que tienen más riesgo de comprometerse con conductas de riesgo, abuso de sustancias y hasta suicidio.
El TDAH es una condición que necesita diagnóstico preciso y tratamiento adecuado. El problema surge cuando no se toman los recaudos necesarios en el proceso de diagnóstico. Una de las consideraciones que deben tomar los psiquiatras y psicólogos es la edad de los niños y su desarrollo madurativo, porque estos factores podrían contribuir a que se confunda la inmadurez con el TDAH. Así lo encontraron dos investigaciones independientes, realizadas en diferentes países. Según sus hallazgos los niños más jovenes tienen más probabilidades de ser diagnosticados con TDAH que sus compañeros que son unos meses más grandes.
Una de las investigaciones proviene de Taiwan, recientemente publicada en la revista Pediatrics, y realizada con más de 300 mil niños que tenían entre 4 y 17 años de edad. Según sus hallazgos, los niños que nacieron en Agosto (fecha limite para entrar a la escuela) eran más propensos a ser diagnósticados con TDAH en comparación con los niños que nacieron en Septiembre y que tendrían que esperar todo un año para entrar en la escuela. Lo que les daría más tiempo para madurar.
La otra investigación fue realizada en Estados Unidos y publicada en la revista Health Economics, con resultados similares: los niños que nacieron antes de la fecha límite para entrar a la escuela tenían 8.4% de probabilidades de ser diagnosticados con TDAH, en comparación con el 5.1% de los niños que nacieron un mes después de la fecha límite.
¿Por qué la inmadurez se puede confudir con el TDAH?
La edad de los niños, incluso la diferencia de meses, juega un rol muy importante en el diagnóstico del TDAH, porque un niño que es más joven que sus compañeros tendrá mayores dificultdes para adecuarse a las exigencias del aula de clases, se le hará más dificil seguir indicaciones, prestar atención o mantenerse sentado más de 10 minutos. Sus conductas llamarán la atención de los maestros quienes alertarán a los padres, que preocupados por el bienestar de sus hijos lo llevarán a un psicólogo o psiquiatra para ser diagnósticado y si el profesional no toma en consideración las observaciones ambientales y su desarrollo madurativo puede erroneamente diagnósticar al niño con TDAH, basado sólo en las percepciones de los maestros y familiares.
los niños que nacieron antes de la fecha límite para entrar a la escuela tenían 8.4% de probabilidades de ser diagnosticados con TDAH
Vale la pena volver resaltar que estás investigaciones no dicen que el TDAH no existeSiempre sale alguien en Internet exagerando las investigaciones y tergiversandolas, logrando provocando que los padres se confundan más y no busquen la ayuda necesaria., sino que los profesionales de la salud mental encargados de hacer los diagnósticos deben ser muy cuidadosos a la hora de evaluar a los niños. Deben evaluar cúal es la función de los niños en su ambiente y no deben quedarse sólo con las declaraciones que hacen los padres y maestros sobre la conducta de los niños, porque aunque sean bien intencionadas, no son lo suficientemente precisas para completar el diagnóstico. De igual manera los padres deben ser exigentes y precavidos con las evaluaciones y diagnósticos. Pregunten sobre las evaluaciones, las alternativas de tratamiento y qué esperar si su hijo es diagnósticado con TDAH.
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Fuente: The New York Times