Redacción Sanitaria:
El número de casos de sarampión detectados en los últimos meses han puesto en alerta a las autoridades estadounidenses. De hecho, según recoge The Washington Post, se trata del peor brote en tres décadas de una enfermedad que se erradicó del país a principios de siglo.
El diario hace hincapié en la problemática surgida con la población inmigrante somalí en Minnesota, la más grande del Estado, y que se ha vuelto especialmente reacia por los numerosos casos de autismo, la principal defensa de quienes se muestran contrarios a las vacunas y que quieren vincular la inmunización con la dolencia.
Y agrega:
La cobertura de vacunación, según el diario, ha caído del 92 por ciento en 2004 al 42 por ciento en 2014, mientras que la considerada óptima como protección frente a la enfermedad está entre el 92 y 94 por ciento. A principios de abril se identificó el brote de sarampión, y el pasado viernes se produjeron 44 casos, todos salvo dos en personas que no estaban vacunadas y todos menos uno en niños menores de 10 años. Unas cifras que, debido a las bajas ratios de inmunización, se espera que aumenten.
Estamos ante el peor brote de sarampión de los últimos años causado por un movimiento extremadamente peligroso y sin fundamentos. Los padres seguidores de este movimiento creen que su decisión solo afecta a sus hijos y familia. Pero estos brotes demuestran que la decisión puede poner en riesgo la vida de miles de personas. Quizás sea hora de empezar a pensar en establecer leyes más directas en contra de las prácticas que atenten contra la salud de la población general.
Si todavía tienes dudas sobre la información sobre las vacunas, te recomiendo que leas nuestro artículo que revisa la evidencia de la supuesta relación entre las vacunas y el autismo.
Comentarios no permitidos.