A menudo consideramos la personalidad como un factor importante de predisposición a los trastornos mentales. Sin embargo, todavía no sabemos con claridad que ocurre primero. ¿Acaso los problemas mentales contribuyen al desarrollo de una personalidad neurótica? o ¿una vida llena de adversidades es la que desarrolla una personalidad neurótica y problemas de salud mental?
No hay respuestas sencillas. Pero tenemos nuevos datos que nos ayudan a entender un poco mejor esta intrincada relación.
Los datos provienen de un estudio publicado en el European Archives of Psychiatry and Clinical Neurosience, que inició en 1979 cuando se entrevistó por primera vez a 600 personas que tenían entre 19 y 20 años de edad. Se indagó sobre sus problemas con el consumo de alcohol, historia familiar, salud mental, relaciones interpersonales y perdidas de empleo.
Las entrevistas y evaluaciones siguieron repitiéndose durante 1981, 1988, 1993, 1999 y en el 2008, cuando tenían alrededor de 50 años de edad. Su personalidad también fue explorada en dos ocasiones. La primera evaluación fue en 1988 cuando los sujetos tenían en promedio 29 a 30 años de edad, la segunda evaluación se hizo en 1993 cuando ellos tenían entre 34 y 35 años.
Los análisis arrojaron datos muy interesantes. La personalidad se relacionó fuertemente con la probabilidad de experimentar problemas de salud mental. Por ejemplo, las personas que puntuaron alto en las escalas de neuroticisimo también tenían mayor riesgo de sufrir de depresión, ansiedad y problemas con el consumo de alcohol y drogas. Por otro lado, Los sujetos que puntuaron alto en extraversión tenían menos riesgo de sufrir de alguna condición mental.
Un dato que no es nuevo, pero que sirve como recordatorio sobre el impacto que puede tener los eventos y adversidades de la vida sobre la salud mental, fue que aquellos que sufrieron de la perdida de trabajo y rupturas de pareja tenían más riesgo de sufrir de depresión.
Otro resultado fundamental fue que las personas con una personalidad más neurótica tenían mayor riesgo de sufrir de problemas de salud mental en un futuro y estos trastornos eran más severos para los participantes con este tipo de personalidad.
Los autores lo explican de la siguiente manera:
“Nuestros hallazgos resaltan el rol fundamental de la personalidad, principalmente el neuroticismo, sobre la ocurrencia, persistencia y severidad de la psicopatología”.
La investigación tiene algunas limitaciones importantes que se deben considerar.
La primera evaluación de la personalidad se realizó cuando ellos tenían 29 años de edad, cuando los eventos de la vida ya podrían han formado la personalidad. Otra limitación fue que las escalas que se utilizaron en las evaluaciones —recordar que la investigación es de tipo longitudinal y tiene años haciendo el seguimiento— se hoy consideran obsoletas, porque no incluían algunos rasgos como por ejemplo Apertura a la experiencia.
Como siempre, ninguna investigación es perfecta y hay que aplaudir la titánica labor de investigación que realizaron estos investigadores para ayudarnos a entender un poco mejor la complicada relación entre la personalidad y los trastornos mentales.
Fuente: BPS