Vivir en un ambiente coercitivo, violento y de desigualdad pueden dejar marcas en la salud mental de los niños a largo plazo.
Datos recientes del Brazilian Journal of Psychiatry demuestran que los niños que experimentaron eventos traumáticos tienen más riesgo de desarrollar problemas psiquiátricos internalizadores como la depresión y ansiedad, y trastornos externalizadores como el déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
La investigación se desarrolló en dos barrios diferentes (uno rural y otro urbano) de la ciudad de Sao Paulo. En total participaron 180 niños que tenían 13 años de edad y sus padres o cuidadores. Todos fueron encuestados para conocer la influencia de los eventos violentos, el nivel socioeconómico y la prevalencia de los trastornos psiquiátricos.
Los resultados son preocupantes: El 22% de los niños fue diagnosticado con un trastorno psiquiátrico. La depresión y el TDAH fueron los más prevalentes, seguidos de los trastornos de ansiedad. Todos estos trastornos se relacionaron directamente con las experiencias violentas que sufrieron los niños encuestados.
Los programas de tratamiento y prevención psicológicos basados en la evidencia científica deben ser una prioridad, en conjunto con los planes de ayuda para intervenir en la población que más lo necesita: los niños y adolescentes que en un futuro representarán un desafío para la sociedad, porque no se les prestó atención cuando era debido.
Referencia del estudio:
Thiago M. Fidalgo, Zila M. Sanchez, Sheila C. Caetano, Solange Andreoni, Adriana Sanudo, Qixuan Chen, Sílvia S. Martins. Exposure to violence: associations with psychiatric disorders in Brazilian youth. Revista Brasileira de Psiquiatria, 2018; (0) DOI: 10.1590/1516-4446-2016-2122
Fuente: ScienceDaily
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