Las víctimas de violencia sexual suelen beneficiarse de tratamiento psicológico, si bien se trata de un tema en el que se requiere de más evidencias sobre su evaluación y tratamiento. El presente trabajo presenta la intervención en un caso clínico diagnosticado de trastorno de estrés postraumático por violencia sexual. Se describe el caso de una joven de 19 años que presenta sintomatología de este trastorno tras haber sido víctima de violencia sexual y maltrato psicológico por parte de su ex pareja.
Tras la evaluación se aplicó un tratamiento basado en la terapia cognitivo-conductual. La intervención se basó en psicoeducación, reestructuración cognitiva, desensibilización sistemática y técnicas y respiración y relajación. Se llevó a cabo durante dos meses y medio con un total de nueve sesiones. La evaluación post-tratamiento indicó una disminución en la frecuencia de los síntomas y un aumento progresivo de su estado anímico. Este trabajo aporta nuevas evidencias de la eficacia del tratamiento cognitivo-conductual, y en concreto la exposición al trauma como método para tratar el estrés postraumático.
Autora:Ana Gil-Iñiguez – Centro Terapéutico Espiral, Alicante, España
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Fuente: Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes