Benjamín Schoendorff es Magister en Neuropsicología y en Ciencias Cognitivas por la Universidad Pierre Mendes-France y la Universidad de Lumiere, Francia y miembro de la Asociación para la Ciencia Contextual-Conductual (ACBS). Psicoterapeuta especializado en Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y Terapia Analítico-Funcional (FAP) y Entrenador validado por la ACBS. Ha viajado alrededor del mundo brindando talleres de formación clínica para terapeutas. Actualmente vive en Quebec con su familia, donde realiza actividades clínicas y de investigación en el Hospital Louis Lafontaine.
¿Qué fue lo que te decidió a estudiar psicología y por qué has elegido esa orientación en particular?
Yo llegué tarde a la psicología. Mi trayectoria personal empezó en las finanzas, luego de haber realizado estudios en filosofía, política y economía. Luego de una crisis personal, pasé 10 años de mi vida produciendo música techno antes de elegir enfrentar mi “dragón personal” de adicción a las drogas a través de la aceptación y de la acción comprometida. Y a partir de ahí decidí volver a la universidad para estudiar psicología y entrenarme como terapeuta cognitivo-conductual. Mi interés desde tiempo atrás por el mindfulness y mi compromiso con la ciencia pronto me guió hacia ACT (Terapia de Aceptación y Compromiso) y me convertí en uno de los pioneros de ACT en Francia, escribiendo el primer libro de ACT de auto-ayuda en francés en 2009. La Terapia de Aceptación y Compromiso “le habla” a mi experiencia personal más profunda y satisface mi compromiso con las prácticas basadas en la evidencia. Más tarde me encontré con FAP (Terapia Analítico-Funcional); FAP realmente me ayudó a entender la importancia de las dimensiones interpersonales y progresé de manera asombrosa en mis relaciones terapéuticas con mis clientes y en mis relaciones de la vida cotidiana.
¿En qué se diferencia tu técnica y la teoría que te guía de la psicoterapia convencional? ¿Qué hace que ACT sea única?
Desde mi punto de vista, hay tres elementos que hacen que ACT sea única. Primero, pone el foco de atención en el momento presente adaptando de manera flexible las técnicas del mindfulness a la mayoría de las poblaciones clínicas. Segundo, ofrece una forma novedosa para lidiar con experiencias privadas indeseadas: haciendo lugar a emociones y sensaciones incómodas y dolorosas (aceptación) y distanciándonos de los pensamientos que nos “atrapan” a través de la defusión. Tercero, hay un foco en valores y en utilizar lo que es más importante para la persona para motivar y reforzar la activación conductual y el cambio. Estos tres elementos convierten a ACT en una forma más humanística y existencial de terapia cognitivo-conductual, lo que representa en gran medida su atractivo para terapeutas y clientes. Respecto a la ciencia, ACT mantiene un alto compromiso con basar la práctica clínica en estudios empíricos, principios básicos e investigación experimental y en el desarrollo de la Teoría de los Marcos Relacionales, la cual constituye un paso más allá del análisis de la conducta verbal de Skinner en 1957 dando cuenta de manera novedosa de los procesos verbales respaldándose en la investigación experimental básica.
“Los clientes están más acostumbrados a escuchar lo que les dice su mente en lugar de lo que les muestra su experiencia.”
¿Cuál es el mayor mito acerca de la psicoterapia?
¡Oh, esa es una elección difícil de hacer! ¡Hay tantos! Si tengo que elegir uno diría: la idea de que uno tiene que encontrar la causa de raíz de sus problemas en su historia personal antes de lograr avanzar. ACT nos muestra que conectándonos con nuestros valores y con acciones que nos llevan hacia lo que es importante, podemos recuperar una vida rica y satisfactoria, aún cuando la gran pregunta del “¿Por qué?” permanezca sin responderse.
¿Cuál es la parte más difícil y desafiante de ser psicoterapeuta? ¿Y la más gratificante?
Lo que resulta un desafío para mí como terapeuta es mantenerme flexible en todo momento y constantemente volver a la experiencia del cliente más que a mis propias ideas o teorías. La parte más gratificante es ver a mis clientes florecer una vez que han empezado a involucrarse en conductas que los acercan a lo que es importante para ellos en la vida.
¿Cuál parece ser el obstáculo más grande para los clientes en psicoterapia?
Eso depende de cada cliente, pero diría que un obstáculo común es que los clientes están más acostumbrados a escuchar lo que les dice su mente en lugar de lo que les muestra su experiencia (lo que en ACT llamamos “defusión cognitiva”). Esto significa que ellos quedan frecuentemente atrapados en estrategias que no funcionan para cambiar cómo piensan o sienten. Otro gran obstáculo es el impacto que tiene su propia lucha privada contra lo que sienten, en sus propias relaciones interpersonales, incluída la relación terapéutica. Por lo tanto el terapeuta tiene que permanecer atento de no fusionarse con lo que el cliente dice y también prestar mucha atención a las dimensiones interpersonales de la lucha del cliente, a medida que aparecen en la relación terapéutica.
En tu opinión: ¿Cuáles son las cualidades más importantes de un psicoterapeuta?
Flexibilidad, autenticidad, compasión y la habilidad de conectar con el cliente tratando de no quedar atrapado en el contenido de las historias que limitan el comportamiento valioso del cliente. Y también la disposición a mostrarse vulnerable.
¿Qué es lo que primariamente facilita el cambio terapéutico? ¿Cuál crees que es la intervención más poderosa de ACT para generar cambio?
De nuevo: depende. Desde el punto de vista de ACT, el aumento de la flexibilidad, la habilidad de sostener los pensamientos con liviandad y actuar al servicio de valores es la clave. De modo que, en cualquier momento dado, la intervención más poderosa será aquella que mejor promueva flexibilidad en ese momento particular. En general encuentro que referir al cliente al diagrama de la Matrix (1) puede constituir una intervención poderosa en tanto que ayuda al cliente a notar si está atrapado en la lucha contra su sufrimiento o se está acercando hacia lo que es importante para él, de una manera que es una intervención que minimiza la interferencia del terapeuta y así maximiza el aprendizaje del cliente.
“Que ellos no están “rotos” o defectuosos, que no hay nada que tenga que ser añadido o removido de ellos”
Has creado un enfoque muy interesante integrando intervenciones de ACT y de FAP. ¿De qué manera crees que FAP puede mejorar las intervenciones de ACT y viceversa?
ACT y FAP comparten las mismas raíces filosóficas e históricas (ambas se desarrollan dentro del contextualismo funcional). ACT es un gran modelo de cómo interactuamos con nuestras experiencias privadas y cómo nuestros modos de interacción pueden, en ciertos contextos, influenciar nuestra conducta. En términos generales, el modo en que interactuamos con las experiencias privadas puede o bien empujarnos a actuar para cambiar esa experiencia – alejarnos de ella- o bien inspirarnos a actuar en la dirección de nuestros valores vitales –acercarse a lo que es importante-. ACT se basa en la Teoría de los Marco Relacionales, un elegante modelo de cómo estos procesos son el resultado del funcionamiento normal de la inteligencia verbal. Así pues ACT es en gran medida una terapia enfocada en los procesos intrapersonales. Como tal, es un modelo muy poderoso. Por momentos, sin embargo, algunas intervenciones de ACT pueden sentirse como invalidantes por parte del cliente y enviar tanto al terapeuta como al cliente de nuevo “a sus mentes”. FAP, por el otro lado, se focaliza en la relación y en reforzar en el momento presente el comportamiento relacional más operativo. De manera que FAP se focaliza en los procesos interpersonales. Ahora bien, ambos enfoques consideran que el modo en que interactuamos con nuestra experiencia interna y con otras personas, fue aprendido a través de interacciones interpersonales. De modo que al integrar herramientas de FAP a la terapia ACT, podemos usar mejor la relación como un contexto social en el cual aprender ambos, es decir, un modo más útil de interactuar con nuestras experiencias internas y con los otros. Además, prestar atención a los efectos del comportamiento del terapeuta en el cliente y viceversa, como sugiere FAP, ayuda a la terapia a permanecer en “contacto con la tierra” y el cliente siente que se encuentran en el núcleo del trabajo más que en la teoría del terapeuta.
Si hubiese una cosa que desearías que tus clientes sepan acerca de la psicoterapia o de la enfermedad mental ¿Cuál sería?
Que ellos no están “rotos” o defectuosos, que no hay nada que tenga que ser añadido o removido de ellos antes de que puedan tener una vida rica y significativa. También me encantaría que sepan que la terapia se trata de ayudarlos a acercarse a la vida que quieren a través de sus propias acciones más que tratarse de “deshacerse de” o de interpretar sus síntomas.
Hoy en día la depresión genera mucha preocupación; algunos incluso hablan de una “epidemia”. ¿Qué factores (sociales y psicológicos) crees que están influenciando la actual prevalencia de la depresión?
Tengo la sensación de que los factores que más están ejerciendo influencia sobre ésto son sociales y culturales. En el plano social, no puedo evitar pensar que anteponer las ganancias por sobre las personas tiene un impacto directo sobre la salud mental. La gente siente que no tiene control sobre su vida cuando son objeto de fuerzas económicas sin rostro que son presentadas como realidades insuperables más que como elecciones políticas. También creo que la cultura del “sentirse bien” tiene mucho por lo que responder. Somos constantemente bombardeados con mensajes que dicen que tenemos que sentirnos bien para vivir bien. Empezamos a comparar nuestra experiencia interna con lo que los otros muestran para el afuera y encontramos que estamos “deseando”. ACT y FAP pueden ayudar al demostrarnos que podemos experimentar eso al “actuar bien”, es decir, en línea con nuestros valores de manera efectiva; nos podemos mover hacia vidas más significativas, incluso cuando habrá días en que nos sintamos bien y días en que nos sintamos no tan bien.
“Somos constantemente bombardeados con mensajes que dicen que tenemos que sentirnos bien para vivir bien.”
¿Cuál de los libros que has leído recientemente sobre salud mental, psicología o psicoterapia te pareció muy bueno?
Como era de esperar, los dos libros que más valoro como terapeuta son: el libro original de ACT y, más aún, la versión revisada de 2011. También recomiendo, sin dudas, el libro original de FAP (1991) y la Guía Clínica de FAP (2008). Estos libros son la piedra angular de mi práctica clínica. Y un libro que estoy leyendo en este momento y que recomendaría es “Intervenciones Breves para el Cambio Radical” de Strosahl, Robinson y Gustavsson (2012), que es un libro acerca de intervenciones breves de ACT escrito por tres clínicos increíbles.
¿Cuál crees que es la investigación más emocionante que se está realizando en este momento en el campo del contextualismo funcional?
Estoy entusiasmado con la investigación en las fronteras de la Teoría de los Marcos Relacionales (TMR): sus aplicaciones en el campo del autismo para ayudar a niños autistas a desarrollar un comando del lenguaje más flexible, sus aplicaciones en el aumento del desempeño intelectual y, finalmente, sus aplicaciones en el campo de la investigación de la cognición implícita. Si TMR da una cuenta viable de la cognición humana, tiene que tener aplicaciones más allá de psicoterapia clínica. Es en estos dominios así como también a través de ACT, que la TMR demostrará su utilidad para el campo más amplio de la psicología. Respecto a investigación clínica, estoy particularmente interesado en los estudios centrados en los procesos. No es suficiente saber que la Terapia A y la Terapia B son efectivas. Quiero saber qué procesos están involucrados para que podamos refinar una Terapia C que focalice directamente los procesos clínicos significativos. Muchos investigadores en ACT y FAP comparten esta perspectiva de modo que podemos esperar de nuestra comunidad de investigación algunos hallazgos interesantes en el futuro cercano.
¿Cuál es el mejor consejo que puedes ofrecer a nuestros lectores sobre cómo llevar adelante una vida significativa?
Simplemente notar, observar en el momento presente si lo que haces está al servicio de orientarte hacia lo que es importante para ti o al servicio de alejarte de aquello que no quieres pensar o sentir.
(1) La Matrix, creada por Kevin Polk, es un diagrama sencillo para trabajar sobre los 6 principios de ACT para aumentar la flexibilidad psicológica.
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