Clotilde Sarrió y Alberto Soler Montagud en su blog Gestalt Terapia:
El primer contacto con la realidad de la muerte en la infancia estará en función de un conjunto multifactorial: la edad, el progreso evolutivo del niño, cómo y cuales han sido sus experiencias vivenciales hasta ese momento, su desarrollo cognitivo, su capacidad para conceptualizar y también el grado de madurez emocional alcanzado. Por supuesto, según cómo vivan y sientan los padres y el entorno el tema de la muerte, variará la respuesta de cada niño ante este inapelable evento al que todo ser vivo se acaba enfrentando, en tercera o primera persona, en algún momento.
Tanto por el modo como el niño gestione la pérdida de un ser querido, como por todo aquello que se haga —o se omita— antes, durante y después de esta importante experiencia, se desarrollarán los recursos de resiliencia en el niño (capacidad de cada cual para superar una circunstancia traumática) y surgirán las repercusiones consecuentes en su mundo emocional, relacional y conductual.
El artículo añade una serie de valiosas recomendaciones para hablar de la muerte con los niños.