Participar de actividades divertidas dirigidas por compañeros y conversar de manera abierta y honesta sobre enfermedades mentales contribuyó a reducir la estigmatización que se hace de estos trastornos en una nueva investigación con estudiantes universitarios (Pescosolido, Perry, & Krendl, 2019).
Investigadoras de la Universidad de Indiana (IU) examinaron la efectividad del programa “U Bring Change to Mind”, una parte de Bring Change to Mind, una organización nacional sin fines de lucro centrada en reducir el estigma vinculado a las enfermedades mentales. El programa está dirigido por la actriz Glenn Close, cuya hermana y sobrino viven con trastornos mentales.
El programa implementado se basa en el trabajo previo del equipo para reducir el estigma de la enfermedad mental, que encontró que los esfuerzos centrados en la comprensión científica de la enfermedad mental como “una enfermedad como cualquier otra” no redujeron el estigma.
“Esos mensajes no parecen afectar si la gente realmente rechaza o incluye a las personas con enfermedades mentales,” dijo la Dra. Bernice Pescosolido, líder del estudio, profesora distinguida de sociología de IU y directora del Consorcio de Indiana para la Investigación de Servicios de Salud Mental. “Queríamos crear un programa basado en la investigación que comenzara en un lugar nuevo, uno que se basa en la idea de ‘Bring Change to Mind’ de poner fin al estigma a través de una conversación.”
Las investigadoras midieron los cambios en las actitudes de los estudiantes a lo largo del tiempo a través de encuestas en su primer y tercer año. Encontraron reducciones significativas en el estigma de un 11 a 14 por ciento en los participantes. La mayoría de los cambios fueron informados por quienes participaron en cuatro o más actividades patrocinadas por U Bring Change to Mind. Esto incluyó eventos serios, como una caminata de concientización sobre el suicidio y actividades más ligeras, como una búsqueda del tesoro y una sala de escape. Estos cambios incluyeron reducciones en los prejuicios hacia las personas con enfermedades mentales, tanto en la universidad como en general, así como una menor probabilidad de distanciarse socialmente de las personas con enfermedades mentales.
“Este análisis previo y posterior es muy único. Además, los resultados muestran que estos esfuerzos realmente cambiaron el clima del campus … no solo con respecto a las actitudes sino también a los comportamientos,” dijo Pescosolido.
La necesidad de abordar las enfermedades mentales en los campus universitarios es sustancial y continúa creciendo, dijo Pescosolido. Según un informe de 2018 basado en datos de casi 200 campus universitarios, el porcentaje de estudiantes que buscaron tratamiento de salud mental entre 2007 y 2017 aumentó del 19 al 34 por ciento, y el porcentaje de aquellos con diagnósticos de enfermedades mentales aumentó del 22 al 36 por ciento.
Dado que los servicios de asesoramiento universitario deben centrarse en los casos más graves debido a los recursos limitados, Pescosolido dijo que sigue existiendo la necesidad de otros esfuerzos que se centren en mejorar el clima general del campus hacia la salud mental.
Para poner estos números en contexto, las autoras señalaron que esto representa una tasa de cambio casi cinco veces mayor que la producida por una campaña a nivel nacional para reducir el estigma en el Reino Unido en el transcurso de 10 años.
“Cuando observas la mayoría de las intervenciones, los números son muy pequeños”, dijo Pescosolido. “Este estudio sugiere que los estudiantes realmente están en el momento adecuado en sus vidas para que este tipo de intervención marque la diferencia”.
Los resultados también sugieren que se necesita un “punto de inflexión” para ejercer el cambio, ya que los cambios de actitud fueron más fuertes en los estudiantes que asistieron a cuatro o más eventos. Los estudiantes que asistieron a uno o tres eventos mostraron cambios relativamente pequeños en la estigmatización hacia la enfermedad mental.
Además, el estudio describe cómo el modelo U Bring Change to Mind difiere de otras campañas al centrarse en actividades abiertas con un diálogo honesto sobre la enfermedad mental.
Los cinco principios clave de este enfoque son:
- dirigirse a una población receptiva, como los estudiantes universitarios, en un momento crítico de cambio;
- proporcionar a los líderes de grupo los recursos necesarios para diseñar mensajes relevantes y organizar actividades “por estudiantes, para estudiantes;”
- evitar enfoques pasados e ineficaces;
- aprovechar los recursos existentes;
- y “construir en el cambio” para evolucionar el programa con el tiempo.
“Creemos que este es el momento adecuado para estos esfuerzos, ya que esta generación es mucho más abierta que las generaciones anteriores, incluido su pensamiento sobre la salud mental, y porque la universidad es cuando las personas realmente están formando actitudes críticas que los seguirán por el resto de sus vidas. Este es el momento en que realmente podemos hacer la diferencia,” concluyó la Dra. Bernice Pescosolido.
Referencia del estudio:
Pescosolido, B. A., Perry, B. L., & Krendl, A. C. (2019). Empowering the Next Generation to End Stigma By Starting the Conversation: Bring Change to Mind and the College Toolbox Project. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry. https://doi.org/10.1016/j.jaac.2019.06.016
Fuente: PsychCentral