“La asertividad sexual, como habilidad comunicativa en el ámbito sexual, muestra su utilidad al generar un espacio de entendimiento sexual, de conexión y comprensión de similitudes, diferencias, deseos, gustos y preferencias. A su vez, es preciso considerar que la asertividad sexual es una habilidad importante en el despliegue y disfrute sexual” (Sierra 2008)
“No es necesario hablar es solo hacer”
Hay muchas creencias que rondan en torno a la sexualidad, las cuales en numerosos casos interfieren en una buena relación e interacción con el otro. “Esos temas no los toco porque me da vergüenza” “no es necesario hablar es solo hacer” “no estoy acostumbrado/a a hablar del tema” “para que vamos a hablar si ya es así y no va a cambiar” “de esas cosas no se hablan”.
Mucha gente cree que la sexualidad “se da”, es decir que su pareja sola tiene que darse cuenta de qué cosas disfruta o le gustan más al otro/a.
Es probable que las parejas que no pueden hablar con fluidez acerca de su sexualidad se sientan más inseguras en su desempeño, por lo que tienden a incluir pocas variaciones en la respuesta sexual y se aferran a lo ya conocido. Esto da lugar a que se instalen en la pareja ciertas rutinas para el acto sexual que terminan generando cada vez menos placer, más aburrimiento y hasta a veces altos niveles de malestar.
Así como damos a conocer nuestros gustos por actividades, lugares, comidas, podemos, y es importante que lo hagamos, enseñar a la otra persona nuestras preferencias y puntos de mayor goce. Esto no significa que sea un aprendizaje mecanizado, sino una guía en la cual siempre se deje lugar para la improvisación y búsqueda de lo nuevo.
Nunca es tarde para empezar. Aunque sea una pareja de muchos años se puede comenzar con comentarios sutiles sobre qué situación, beso o caricia me gusta más, preguntando al otro qué es lo que prefiere. Esto va generando que se vayan reforzando ciertas conductas como gustosas y se repitan.
Pueden fortalecer enormemente nuestra relación de pareja
Las relaciones sexuales más placenteras pueden fortalecer enormemente nuestra relación de pareja al generar mayor intimidad, compenetrándonos realmente con el otro, conociéndonos más y generando un clima en el que el aburrimiento, la rutina, los roces y discusiones, hacen un stop y podemos disfrutar del aquí y ahora del encuentro con el otro.
Referencias
Sierra, J., Santos, P., Gutiérrez-Quintanilla, J. R., Gómez, P. & Maeso, M.D. (2008). Un Estudio Psicométrico del Hurlbert Index of Sexual Assertiveness en Mujeres Hispanas. Terapia psicológica. Vol. 26 Nº 1,117-123.