Las experiencias adversas de la infancia dadas por factores estresantes como el abuso y la negligencia, la violencia doméstica y la enfermedad mental de los padres se relacionaron con un mayor riesgo de desarrollar abuso de sustancias, depresión y suicidio, y también dolencias físicas como enfermedades cardíacas y cáncer (Estudio ACE, (Felitti et al., 2019).
Un nuevo estudio muestra que las relaciones positivas en la infancia pueden mitigar algunos de los efectos dañinos de las experiencias infantiles más negativas (Bethell, Jones, Gombojav, Linkenbach, & Sege, 2019).
En una gran encuesta telefónica, se pidió a adultos de Wisconsin que informaran respecto de sus infancias si fueron capaces y cuánto de: hablar con sus familiares acerca de los sentimientos cuando eran niños; si tenían a alguien a su lado cuando los tiempos eran difíciles; si participaban en las tradiciones de la comunidad; si se sentían conectados en la escuela y apoyados por amigos; si se sentían seguros y protegidos por adultos en sus hogares, y si habían adultos en sus vidas que tenían un interés genuino en ellos.
Los investigadores encontraron que las personas que informaron el mayor número de relaciones o experiencias positivas en la infancia tuvieron las tasas más bajas de depresión o mala salud mental. Esta asociación se mantuvo incluso para los adultos que también informaron sobre algunas de las experiencias infantiles adversas de las que se habló en el estudio ACE.
Las relaciones familiares eran, por supuesto, significativas. Pero también lo fueron las amistades entre pares, las asociaciones comunitarias y escolares, y cualquier conexión adulta que se percibiera como genuinamente preocupada e involucrada.
Puede resaltarse la función de un educador, que excede la enseñanza tradicional de materias, e incluye monitorear y mejorar el bienestar físico y emocional de los niños. Estos últimos enfrentan en la actualidad una gran cantidad de riesgos y los educadores están en la primera línea de la defensiva. Para construir fortaleza infantil, investigadores instan a los maestros para que tomen conciencia de las características de la resiliencia y para que su construcción sea un componente del plan de estudios estándar y una estrategia de enseñanza, otorgándoles herramientas para su implementación (Gardner & Stephens-Pisecco, 2019).
Otro grupo de investigadores halló que las visitas a los parques son un recurso comunitario para la resiliencia pediátrica, útil para mitigar el estrés infantil, y que se caracteriza por su gran accesibilidad. Este estudio encontró que con cada aumento de días de visitas a parques, la resiliencia infantil mejoraba en todos los niveles de ACE (Razani et al., 2019).
Identificar los mecanismos que promueven dicha resiliencia es esencial para diseñar intervenciones que prevengan o traten la psicopatología entre los jóvenes en riesgo.
Científicos investigaron la resiliencia ante la depresión y la ansiedad entre jóvenes de 8 a 17 años con o sin antecedentes de maltrato. Los participantes completaron una tarea de reevaluación, una forma de regulación de la emoción cognitiva que implica reinterpretar el significado de un estímulo para ajustar la respuesta emocional de uno, durante un escaneo por medio de resonancia magnética funcional, e informaron sobre su tendencia a utilizar la reevaluación en la vida diaria. Los autores evaluaron si la participación de los circuitos frontoparietales a través de la reevaluación cognitiva moderaba la asociación entre el maltrato infantil y los síntomas de internalización. En particular, el aumento de la capacidad para regular la reactividad de la amígdala se asoció con síntomas reducidos de depresión en el transcurso de un período de seguimiento de dos años entre los jóvenes maltratados, mientras que no hubo asociación entre los jóvenes no maltratados. El compromiso más fuerte de las regiones de control prefrontal y el uso más frecuente de reevaluación en la vida diaria se asociaron con síntomas depresivos más bajos al inicio del estudio entre los jóvenes maltratados. Al destacar la especificidad potencial de la depresión, no hubo evidencia de un mecanismo similar de resiliencia relacionado con la ansiedad.
Estos hallazgos sugieren que entre los jóvenes expuestos a la adversidad temprana, la capacidad de regular el afecto negativo mediante el reclutamiento de circuitos frontoparietales involucrados en el control cognitivo puede amortiguar el riesgo de depresión. Además del diseño longitudinal y la comparación de los circuitos neuronales entre jóvenes maltratados y no maltratados, una fortaleza del estudio es que se realizó durante el desarrollo, lo que aumenta el potencial de los hallazgos para informar una intervención temprana. En particular, enfocarse en la capacidad y tendencia a regular cognitivamente las emociones puede ser especialmente efectivo para los jóvenes expuestos a la adversidad (Gee, 2019).
Referencias bibliográficas:
Bethell, C., Jones, J., Gombojav, N., Linkenbach, J., & Sege, R. (2019). Positive Childhood Experiences and Adult Mental and Relational Health in a Statewide Sample. JAMA Pediatrics, p. e193007. https://doi.org/10.1001/jamapediatrics.2019.3007
Felitti, V. J., Anda, R. F., Nordenberg, D., Williamson, D. F., Spitz, A. M., Edwards, V., … Marks, J. S. (2019). Relationship of Childhood Abuse and Household Dysfunction to Many of the Leading Causes of Death in Adults: The Adverse Childhood Experiences (ACE) Study. American Journal of Preventive Medicine, Vol. 56, pp. 774-786. https://doi.org/10.1016/j.amepre.2019.04.001
Gardner, R. L., & Stephens-Pisecco, T. L. (2019). Fostering childhood resilience: A call to educators. Preventing School Failure: Alternative Education for Children and Youth, Vol. 63, pp. 195-202. https://doi.org/10.1080/1045988x.2018.1561408
Gee, D. G. (2019). Promoting resilience after childhood adversity. Science Translational Medicine, Vol. 11, p. eaax9560. https://doi.org/10.1126/scitranslmed.aax9560
Razani, N., Niknam, K., Wells, N. M., Thompson, D., Hills, N. K., Kennedy, G., … Rutherford, G. W. (2019). Clinic and park partnerships for childhood resilience: A prospective study of park prescriptions. Health & Place, Vol. 57, pp. 179-185. https://doi.org/10.1016/j.healthplace.2019.04.008
Fuente: Psychology Today