Interensantísimo artículo de Francie Diep para The New York Times sobre el desarrollo cerebral que tienen las personas que nacieron sin brazos y que han desarrollado la habilidad de pintar con los pies como si fueran sus manos:
Yendell, de 57 años, es un pintor que vive en Hampshire, Inglaterra. Nació sin brazos debido a que a su madre le recetaron talidomida durante el embarazo, un medicamento que posteriormente se descubrió que provocaba malformaciones congénitas. La vida de Yendell no ha sido “en absoluto diferente” a la de sus compañeros que no tienen una discapacidad, según ha escrito en su sitio web, salvo por el hecho de que aprendió a realizar las tareas de la vida diaria con la boca, el mentón y los pies. Lo cual, a su vez, al parecer ha detonado cambios en su cerebro que ayudan a demostrar cuán flexible es la mente joven.
“Estos hombres se han pasado toda su vida perfeccionando el uso de sus pies”, dijo Tamar Makin, neurocientífica del University College de Londres que estuvo a cargo de un estudio sobre Yendell y otro artista que también pinta con los pies publicado el 10 de septiembre en la revista Cell Reports. “Si ellos pueden cambiar la manera en que se organiza el cerebro, eso quiere decir que tenemos la oportunidad de cambiar eso mismo en otras personas”.
Un video que muestra el alucinante desarrollo de las habilidades motrices de Tom Yendell:
https://youtu.be/90qOEM6YAf0
Las posibilidades del estudio:
La idea de desarrollar nuevos mapas del cuerpo para ayudar a que los adultos con lesiones, como las víctimas de apoplejías, recuperen el uso de sus extremidades es una posibilidad lejana, pero podría ser el resultado final de las investigaciones sobre individuos como Yendell y Longstaff. Sin embargo, un obstáculo importante es que esos cambios tan drásticos en el mapa del cuerpo solo parecen ser posibles cuando comienzan a una edad muy temprana o incluso antes del nacimiento.
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