Hasta hace poco se contaba con muy poca información sobre los efectos a largo plazo del bullying, pero una nueva investigación publicada en septiembre y realizada por el Instituto de Víctimas del Crimen en la Universidad de Sam Houston demostró los primeros datos sustanciales de las serias implicaciones a largo plazo que pueden incluir: problemas de salud físicos y mentales, problemas de conducta, trastornos alimenticios, adicción al cigarrillo y consumo de alcohol.
El estudio se basó en la Encuesta Nacional Longitudinal de Juventud, un estudio a largo plazo que sigue una muestra de residentes en Estados Unidos que nacieron entre 1980 y 1984. Según los datos 19 % de los sujetos que fueron encuestados aseguraron que fueron víctimas repetidas del bullying.
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La investigación encontró que los sujetos que fueron victimas del bullying tienen percepciones más negativas sobre su condición de salud general y mayores tasas de problemas emocionales/mentales o conductuales que interfieren con su desempeño escolar y laboral. También son más propensos a desarrollar trastornos alimenticios, a fumar, a consumir alcohol y a experimentar una victimización violenta posterior o a vivir sin hogar.
Leana Bouffard, Directora del Instituto de Víctimas del crimen sostuvo: “Lo que se desprende de estos resultados es que la victimización del bullying que ocurre en la vida temprana podría tener consecuencias significativas y sustanciales más adelante en la vida de esas víctimas. Por lo tanto, las consecuencias adversas para la salud de las víctimas del bullying son mucho más graves que un simple daño inmediato o trauma. Es muy importante comprender las consecuencias a largo plazo para así evaluar el verdadero número de víctimas y poder responder con mayor eficacia.”
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La co-autora de la investigación Maria Koeppel aseguró: “Estas consecuencias adversas también pueden servir como un mecanismo intermedio que generarían problemas de salud a más largo plazo, como el cáncer, el alcoholismo, la depresión y otros problemas de salud graves.”
Este estudio resalta la importancia de invertir en programas escolares de prevención efectivos que ayudarían a reducir el deterioro físico y mental a largo plazo y ayudaría a reducir el alto costo en los programas de salud y en la sociedad en general.
Fuente: Eurekalert.org
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