Una investigación conducida por la Universidad de Warwick (Reino Unido) sugiere que los bebés prematuros hacen menos amigos durante la primera infancia, se sienten menos aceptados por sus pares y pasan menos tiempo en actividades de socialización.
No obstante, estos niños se ponen al día al llegar a la edad de ocho años, cuando comienzan a hacer más amigos y ganan más aceptación por parte de sus compañeros después de la transición a la escuela.
Los datos analizados forman parte de un estudio longitudinal de 1,000 niños nacidos en Alemania entre 1985 y 1986, de los cuales 179 fueron muy prematuros (menos de 32 semanas de edad gestacional), 737 fueron prematuros moderados a tardíos (nacidos entre 32 y 36 semanas) y 231 eran bebés sanos a término (nacidos entre las semanas 37 y 41 de gestación).
Es importante mencionar que ningún bebé prematuro sufrió mayores problemas mayores de desarrollo neuronal.
A partir del nacimiento, las complicaciones y relaciones paterno-filiales fueron observadas diariamente por los investigadores. A la edad de seis y ocho años, el desarrollo motriz así como los problemas de comportamiento fueron examinados por los psicólogos y pediatras con base en mediciones estandarizadas, así pudo constatarse cómo el número de amigos y la frecuencia con que los niños veían a sus amigos variaba conforme a las condiciones del nacimiento.
Los niños prematuros reportaron un promedio de cuatro amigos, mientras que los niños con un periodo de gestación completo reportaron cinco a la edad de seis años. Los padres, quienes también respondieron a este ítem en la entrevista de Amistad y Familia aplicada por los investigadores, reportaron de igual forma que sus hijos prematuros eran menos aceptados por sus compañeros.
Los niños muy prematuros indicaron que veían a sus amigos un 15% menos que los niños con un periodo de gestación completa
El panorama cambió cuando los niños ingresaron a la escuela primaria. Aquí, los nacidos en un periodo de gestación completa reportaron tener seis amigos, mientras que los niños prematuros dijeron ver a sus amigos un 15% menos; no obstante, la sensación de integración social cambió, ya que los niños prematuros reportaron sentirse igualitariamente aceptados por sus compañeros.
Los investigadores señalan que los niños con habilidades motoras más pobres, habilidades cognitivas deficientes y mayores problemas emocionales tienen menos amigos y son menos aceptados por ellos.
Para el profesor Dieter Wolke, miembro investigador del estudio, todo esto refuerza la idea de que los padres de bebés prematuros, especialmente aquellos con deterioro motor y cognitivo, deben dar a sus hijos consejos acerca de cómo crear oportunidades para la interacción social y apoyar las habilidades de interacción social de sus hijos antes de la edad escolar, siendo la socialización e integración un factor tan importante para el bienestar y para prevenir la exclusión y el bullying.
Fuente: Science Daily; The Journal of Pediatrics